jueves, 13 de agosto de 2009

Mucho, poquito, (...)???


Día por medio, su marido le riega las margaritas del balcón,
esas que deshoja en su ausencia cuando las dudas la invaden.
Ella no es una mujer segura, creo que en el fondo está llena de miedos y sabe que está viviendo en una burbuja que en cualquier momento se rompe y deja de ser lo que es.
Todos los días lo lleva a pasear,
no sé si muy lejos pero la cosa es que su marido la acompaña siempre.
A todos lados eh, nada de dejarlo solo.
Está chocha con su marido. No sé si feliz, creo que la felicidad es otra cosa.
Lo muestra a sus vecinas, a sus amigas y hasta al verdulero de la esquina que el otro día me contó que lo mandó a comprar medio kilo de zapallitos y un poco de rúcula.
Sí, porque le señora le cocina todos los días. Me parece que le entró por el estómago o no, quién sabe.
Hace unos días se mudó con ella. Fue todo muy rápido, nada de papeles ni de pensar tanto las cosas. Parece que el hombre es instintivo y se deja llevar por el impulso.
Ayer, sin que se de cuenta le robé dos margaritas...
¿Me quiere mucho, poquito o nada?…. A mí me salió que me quiere. No su marido sino el mío.
Yo a su marido no lo conozco mucho. Tampoco sé si quiero conocerlo más.
En fin, ella está obsesionada con sus margaritas y ni que hablar con su marido.
El otro día Antonia la espiaba por la ventana.
Me dijo que le hablaba a las margaritas mientras las deshojaba,
y lo peor es que ellas no dejaban de decirle que su marido la quiere poco….
Pero bueno, tal vez son sus margaritas,
y eso que sólo les preguntaba cuánto la quería y no se animaba a preguntarles si detrás de todo eso había o no querer.

24 comentarios:

Agua dijo...

Que linda historia... es cierto que a veces por nuestros miedos e inseguridades no somos conscientes del amor que nos profesan y tendemos a encerrarnos en las margaritas como si ellas pudieran quitarnos los miedos... Un beso!

Cloe dijo...

Delegamos en el azar nuestras inseguridades y nuestro futuro.

Abrazo

Anónimo dijo...

Siempre me pareció un acto de desesperación.


Un beso

Cynthia dijo...

MMM esas inseguridades en donde una a veces cae y no sabe como salir... prefiero averiguar, jugarme, mandarme que hacerle preguntas al viento o en este casa a las margaritas....

Dicen que el que no arriesga no gana...


Buen texto.... lleno de cosas para reflexionar.

Herman dijo...

yyyy... es como espejito espejito.
Creo que todos los comentarios anteriores pegaron en la tecla con la palabra INSEGURIDAD.
Ese es el problema de muchos, son inseguros, y se encierran en una burbuja llena de mentiras.
A mi si me gusta su marido.


besos! te amo hermanita
ahhhh fin de solaaaas, ya prepararemos el cronograma de dias.

Agostina dijo...

Desojar margaritas... se perdió un poco eso, no?
Un saludo linda!

Pau dijo...

Pau hace rato no pasaba por acá... me leí varios post a la vez así me pongo al día!
De donde sacás tantas cosas querida! La verdad me encanta la forma en que expresas lo que nos pasa a todos.
Che q historia esta la de la margarita y su marido jajaja!
Beso grande!

Mr. P dijo...

tienes razón. recuerdo la primera vez que fui a bs.as. me subí al taxi y me puse mis audifonos. al salir de ezeiza y al empezar a llegar a la ciudad escuchaba esta canción:

http://www.youtube.com/watch?v=o5KgpiuyAOo

un abrazo.

VALENTIN dijo...

las inseguridades y los miedos nos arropan, nos consumen dia a dia ...uffff.!
Hermosa historia.
Te abrazooooo!

Anónimo dijo...

una historia de barrio...

besos deshojados

Sol dijo...

jaja.. me encanto!! Leia e imaginaba la secuencia de una comedia de Alejandro Doria!! Imágenes teñidas de colores setentosos... un típico barrio porteño de clase media (en esa época no?)... Dos mujeres de casi 30... la protagonista y la que relata... amigas de la infancia que después se dejaron de relacionar... Y la típica frase del barrio: la hija de fulanito ya casi queda para vestir santos, si no fuera por el pobre infeliz que tiene ahora de marido... jajajaja

me colgue! pero me encanto!!
Gracias por pasar por mi blog,
te dejo un gran abrazo!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Puñeteras inseguridades que nos llevan a maltraer...

Saludos

Unknown dijo...

Es como cuando decidimos ir a una persona para que nos prediga el futuro y nos asegure el presente.

necesitamos escuchar, lo que queremos escuchar y eso nos lleva a creer hasta en el horóscopo del periodico.

Beso!

Ana dijo...

Mmmm... es muy probable que mucho no la quiera, las margaritas no se equivocan. Pero dudo que ella se entere: no hay peor ciego que el que no quiere ver!

Lindo blog! Gracias por tu visita =)

cosasimpropias dijo...

me encanto esto. quiero leer mas historias tuyas :)
un beso

Taller Literario Kapasulino dijo...

Una historia muy interesante que habla de las inseguridades, quizas es mas la inseguridad de quererlo a él la que la lleva a deshojar las margaritas...

juan Ignacio dijo...

Que ironi que podamos encontrar en algo tan romantico como una flor, la desdicha de dejar liberado al destino de los petalos, el amor que sntimos.
Muy linda historia. Me dio a pensar que cada dia que pasa es un petalo que se deshoja, cada mañana una lagrima de amor que riega esa hermosas sensacion, y cada noche un recuerdo de sentir tan cerca a ese ser amado.
Muy lindo tu sitio.

Mariano dijo...

Tantas cosas se perdieron... que despues en desesperacion se quieren recuperar...


Saludos!

Unknown dijo...

.

LE habla a las margaritas...

Le entró por el estómago con "rúcula y zapallitos"...

"Nada de dejarlo solo"...

¿Y el tipo se mudó con ella?

¡Esa mujer fabula!


JAJAA

Gabiprog dijo...

Espero que deje las flores en sus macetas y empiece a dar importancia a cada gesto de las personas que le rodean.


Un abrazo
(retornando poco a poco)

((Cioran el pirata)) dijo...

LO BUENO SERIA NO DEJARSE LLEVAR POR COMENTARIOS, SER FIEL A LO QUE UNO SIENTE, LO DEMAS NO SE PUEDE MANEJAR.

SALUDOS...(NO TE FIES DE LAS MARGARITAS, TIENDEN A MENTIR COMO TODA PERSONA JAJAJA)

Ipnauj dijo...

Lo hice con una rosa y me contestó con un acertijo.

Un gran saludo.

Mar dijo...

No sé como hacen para sobrevivir las margaritas después de ser usadas para casos de incertidumbre amorosa con tanta insistencia :P

Horacio dijo...

no es muy poético que digamos, pero cada vez que veo una margarita me imagino un huevo frito