martes, 31 de marzo de 2009

lunes, 30 de marzo de 2009

Yo, Ello y Superyó

Mi Ello, Yo y Superyó empezaron a pelearse para ver quién se hacía cargo de mis actos. Discutieron bastante pero no pudieron llegar a un acuerdo. El Ello no paraba de poner el acento en mis impulsos y deseos. El Yo siempre apuntaba a mi equilibrio, como si estuviera en una cuerda floja intentaba balancearme. Y mi Superyó no paraba de hablar de moral, consciencia y reglas sociales.
Con mucha paciencia, trate de explicarles que era yo quien conciente o inconcientemente los ponía en papeles protagónicos o secundarios. En algún escenario, probablemente el Ello era siempre el protagonista y en otros tal vez prefería que a ese lugar lo ocupara el Yo.
La cosa que no se entendían muy bien y cada uno se basaba en argumentos diferentes. Los minutos pasaban y el debate me parecía cada vez más divertido, es más, hasta empecé a preguntarme quién ganaría el duelo de mi propia vida ¿Mi Ello, Yo o Superyó?
Al Ello lo veía con cierto encanto. Es mi parte primitiva, desorganizada e innata. Como diría Freud es el motor de nuestros pensamientos y todos más de una vez nos dejamos llevar por el principio del placer, desconociendo las demandas de la realidad. A mí particularmente me gusta ese mundo lleno de contradicciones donde está lo ilógico, lo irracional. Me genera curiosidad e intriga. (¿Será que le estoy dando demasiado protagonismo?)
Firme y decidido mi Ello peleó por mis deseos pero mi Yo y mi Superyó arremetían con argumentos más racionales. Y sí, no podía negar que a mi Yo le debía unas cuantas. Él está siempre atento y me baja a Tierra más de una vez. Trata de que cumpla mis metas y deseos pero de manera realista. Tiene como un poder especial dentro de mi mente y me prende la luz roja en el tablero cuando los deseos y los instintos quieren apoderarse de mí. En esos estados de alerta me dice “ahora debe decir esto…”, “ahora deberá salir”....
Y entre tanto Yo y Ello rondaba el Superyó, no gritaba pero se sentía su presencia y hablaba de los pensamientos morales y éticos, de eso que se llama "conciencia moral" y de lo que se debe hacer.
Pasaron las horas y no se pusieron de acuerdo. En un momento, el Ello hasta estaba dispuesto a negociar cuatro horas del día para que me dejara llevar únicamente por mis deseos pero no funcionó, el Yo y el Superyó se negaron.
Y acá estoy yo cargando con mi YO, SUPERYÓ Y ELLO. Confieso que los tres me retan bastante seguido. No es sencillo convivir con ellos, son tan diferentes pero creo que no puedo resignar a ninguno. Los tres me hacen falta para transitar este loco mundo.

viernes, 27 de marzo de 2009

¡Feliz día TEATRO!

Veo, veo
¿Qué ves?
Una cosa
¿Qué cosa?
Maravillosa.

... La cosa que veo es El TEATRO. Un maravilloso y loco mundo capaz de despertar infinidad de sensaciones y sentimientos. Un mundo que te atrapa y te da mucho más de lo que podés imaginar. Un mundo que te invita adentrarte en vos y a descubrir un afuera distinto.
Como diría Chaplín la vida es una obra de teatro que no permite ensayos: “Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes de que el telón baje y la obra termine sin aplausos”.

jueves, 26 de marzo de 2009

miércoles, 25 de marzo de 2009

De Callao a Medrano

A veces la mirada de un desconocido trae recuerdos…
Recuerdos de aquel que no vemos hace mucho tiempo. De aquel que nos amo, nos quiso o nos odio quién sabe por qué.
A veces son miradas que nos enamoran de Callao a Medrano y hacen que nos olvidemos hacia dónde vamos. Amores de estación que hacen el viaje más ameno. Que nos regalan una sonrisa, una esperanza. Una señal de que el amor existe, de que se puede encontrar, que está AHÍ dispuesto a aparecer en cualquier momento y lugar.
Son amores de segundos o minutos en donde dos personas que quizás no vuelvan a cruzarse nunca más en su vida, se conocen y se sienten sin hablar al menos por un rato.

martes, 24 de marzo de 2009

lunes, 23 de marzo de 2009

TREN

. debo · dice:
está buenísimo ser tren y no banquito de estación
Pau.- dice:
el banquito siempre espera y solo ve pasar las cosas
Pau.- dice:
en cambio el tren está siempre andando
Pau.- dice:
los que quieren pueden subir y el también puede seguir viaje
· debo · dice:
pueden subir siempre q saquen boleto
· debo · dice:
sino el chancho te baja
debo · dice:
q bueno lo del chanchooo jajajjaa

Correr sin rumbos

Salió de su casa para no volver. Lleno su mochila de galletitas y crayones para pintar. Corrió sin destino hacia algún lugar en el que se sintiera más contenido. A un lugar donde pudiera sentir un poco de paz.
Trato de que no lo sintieran. Que su mamá y su papá no oyeran sus pasos. ¿Acaso sintieron su presencia en este tiempo? Corrió mucho como nunca lo hizo en su vida, tanto que se hizo de noche y sintió soledad. Miedo. Quizás más paz que en su propia casa y no intentó nada, sólo aferrarse a un árbol y tratar de no pensar, al menos por una noche.

viernes, 20 de marzo de 2009

A pique



Qué cosa que de repente se me ha ido al suelo y está el vacío esperándome, nada me puede atajar, nada firme adelante mío. No es que me caiga se me ha ido al suelo y lo voy a seguir. No te asustes, no, no te asustes si ves que como respaldo lo tengo al viento y no queda nada bajo mis pies. Me voy a pique nomás. Y aunque rompa el aire de un tajo, no es que me caiga, es que voy pa' abajo a tocar el fondo de lo que soy de una buena vez. No me llores, no, ya he de venir. Voy a encontrarme con mi suerte, buscando lejos de todo lugar, lejos de mí, de lo más hondo te quiero pedir.
A gatas abro los ojos de tanto miedo y no hay asidero que pueda ver, bajo zumbando nomás. No hay abrazo ni soledad, ¿dónde me he metido? Nada se ve y hay que seguir. No te asustes, no, no te asustes si ves que no quedan voces al lado mío y que me hagan molla y me hagan reír. Nadie se puede acercar. Pero hermano, no hay soledad. ¿Dónde me he metido? Me arenga el aire con su silbido y me da su mano para seguir. No me llores, no, ya he de venir, voy a encontrarme con mi suerte, buscando lejos de todo lugar, lejos de mí, de lo más hondo te quiero pedir.

jueves, 19 de marzo de 2009

Vacíos

Me encantaría cambiar tu pasado. Barrerlo de una vez por todas y para siempre. Pero no puedo. Sólo puedo acompañar tu presente. Escucharte. Entenderte. Sentirte. Estar cerca tuyo, quién sabe hasta cuando. ¿Acaso importa el tiempo?
A veces quisiera llenar tus vacíos y darte afecto. Llenarte de besos y abrazos. Despertarte y llevarte al jardín. Esperarte. Cuidarte. Ayudarte hacer los deberes. Verte crecer de nuevo. Feliz. Pleno. Saber que tu infancia cobra vida y tu mirada luz.
Quisiera que saques tus angustias para afuera y mires para adelante.
Colgar tu dolor a la vuelta de la esquina para que no vuelva.
Que entiendas que tenés una vida que te espera. Nadie dice que sea fácil, probablemente sea difícil pero de eso se trata la vida. No siempre ganamos. A veces perdemos y mucho. Pero siempre nos da revancha para que sigamos apostando. Para que no cometamos viejos errores. Para que enterremos lo que nos hizo sufrir. Lo que nos dolió.
Quiero llevarte a la calesita y verte reír. Disfrutar de tu sonrisa.
Quiero verte crecer de nuevo y sanar lo que no cicatrizó.
Quiero verte entero, sin vacíos. Llenarlos uno por uno antes de que sea demasiado tarde. Antes de que esos huecos te devoren el presente y te impidan construir lo que la vida, quién sabe por qué, te robó en tu niñez.

miércoles, 18 de marzo de 2009

A veces está bueno...

Sonreír,
dejarse sorprender.
Escuchar los silencios.
Entender lo inexplicable.
Acompañar a los solitarios,
darle un poco de razón a los locos.

Dar de nuevo cuando hay palabras que lo justifiquen.
Jugar el maravilloso y difícil juego de la vida,
con reglas y sin reglas,
con códigos,
ganando y perdiendo,
apostando,
creyendo en lo genuino,
en lo verdadero.
Errando para poder aprender.

A veces está bueno mirar a los ojos a los que uno quiere,
a lo que uno ama
y así, poder sentirse acompañado.
Pleno.
Auténtico.
Feliz.

martes, 17 de marzo de 2009

¿A dónde va lo común, lo de todos los días?

Y si el secreto de todo está ahí, en lo de todos los días, en esas pequeñas cosas que nos acompañan. En lo genuino, lo verdadero. Lo que nos gusta, lo que amamos. Lo que nos da placer. Lo que nos hace reír. Llorar. En aquello que nos da odio, tristeza, bronca. Lo de siempre, lo común, lo que es parte de nuestra vida.
Aquellas presencias. Aquellas ausencias. Lo que añoramos, lo que nos dejó, lo que nos atormenta. Lo que no podemos olvidar. Los recuerdos. Las palabras que decimos, las que no. Los silencios que no callan o que no queremos que callen.
Tal vez, esas son las cosas que nunca se van, que nunca nos dejan y que tampoco las dejamos ir, sólo que simplemente, de vez en cuando las dejamos de ver.

lunes, 16 de marzo de 2009

El amor, ¿una torta de chocolate?

"El amor cumple un ciclo como los postres ricos. Enamorarse es eso, comerse una torta de chocolate con ganas. Después se te pasan las ganas y la torta se acabó. El amor se acaba también.
Si tenés muchos miedos, podés cortar la torta en pedacitos y comer un trozo por año. Claro que no es lo mismo, se come con menos ganas pero dura más… aunque se endurezca y no sea rica, pero puede durar toda la vida si la cortás en pedacitos chicos.
El verdadero amor es así, se acaba como los postres ricos cuando se comen con ganas.
Después la gente sigue junta por la soledad y la muerte. Pero eso es otra cosa".
CERCA (melodía inconclusa de una pareja) de Eduardo Pavlovsky.

... no creo que el amor sea “UNA” única torta de chocolate, en tal caso es una torta que se hace cada día con diferentes ingredientes. A veces esa torta necesita una taza más de tolerancia, otras más de contención, pasión, paciencia, desenfreno o ternura. No todos los días queremos o necesitamos comer lo mismo… me parece que ahí está el verdadero secreto del amor, en lo que nos sucede cada día.
… Si puede ser que los grandes placeres sean una ÚNICA torta de chocolate. Esconden esas extrañas ganas y ese miedo a que se acaben. Justamente el no disfrutarlos tan seguido es lo que los hace más deseables. Son una torta de chocolate que, quién sabe por qué, elegimos comer de vez en cuando. Tal vez, porque no queremos que se acaben y porque sabemos que el hecho de no estar siempre con la cuchara en la mano nos asegura que esas ganas sean eternas…

viernes, 13 de marzo de 2009

Mejor loco que mal acompañado...

Loco/a:
1. Que ha perdido la razón.
2. De poco juicio, disparatado e imprudente.
3. Que excede en mucho a lo ordinario o presumible.

Tal vez, sea como dice Charly y la locura sea sólo una manera de actuar… Una manera de sobrevivir y de no cegarnos únicamente por la razón, lo prudente, lo ordinario y lo presumible.
Una manera de darle lugar a lo irrazonable, a lo ilógico, lo disparatado y lo inoportuno… pero ojo porque la locura esconde sus secretos y sólo el que entra a ese mundo es capaz de conocer todo lo lindo que puede producir.

jueves, 12 de marzo de 2009

El fútbol también es arte



Como dice el Negro Fontanarrosa, el fútbol es ARTE… un poco de escultura, pintura, danza, música y teatro.
Acá les dejo el cuento “El viejo con árbol”… Amantes futboleros tómense 7 minutos para verlo, está muy bueno… Al fin y al cabo, ESO es el FÚTBOL.


PD: Riquelme y Maradona... me cansaron con su telenovela.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Juguemos

Ponía todas las fichas sobre el tablero y repartía las cartas.
Se sentaban frente a frente y la condición era no mirarse.
Sólo jugar.
Nunca la dejaba verlo a los ojos.
Mirarlo implicaba descubrirlo.
Advertir sus trucos.
Adivinar su estrategia.
¿Acaso no la sabía?
No jugaban seguido.
Sólo de vez en cuando.
Cuando extrañaban jugar.
Los dos se conocían.
Los dos sabían como jugaba el otro.
Les gustaba jugar a ese juego.
Disfrutaban cada partida como si fuera la última.
¿Y si el juego era sólo una excusa?
Y así pasaron años.
Ellos siguieron jugando.
Ella no sabía cómo ganarle.
Tampoco si realmente quería hacerlo.
Creía que si develaba su truco el juego se acababa.
A veces le tentaba conocer sus reglas
pero estaba casi segura que nada cambiaría.
Puso todas fichas sobre el tablero.
Repartió las cartas.
Sonrió.
Él no la miró a los ojos.
Disfrutaron la partida.
Y él volvió a ganar.

martes, 10 de marzo de 2009

Miradas

Le llamaban la atención sus ojos. Tenían cierto aire de melancolía y de soledad. Cada mañana se sentaba a la misma hora en un banco de la plaza San Martín y no hacía más que mirar el horizonte.
A veces la vorágine de su rutina la detenían sólo para saber si él estaba. No sabía nada de él sólo que era un hombre de unos 70 años, canoso, elegante y que por sobre todas las cosas le trasmitía paz.
Día tras día lo miraba y seguía viaje. Un día pensó que estaría bueno saber más de él y se sentó a su lado. Él no le dirigió la palabra y permaneció inmóvil mirando el horizonte. Ella lo observó pero no supo qué decirle y si bien no le habló lo sintió cerca.
Durante siete días se tomó cinco minutos para acompañarlo pero él nunca pronunció palabras a pesar de que sus ojos parecían decirle algo.
Y así pasaron días, semanas y meses hasta que un día aquel desconocido conocido la miró a los ojos y le dijo gracias. Desde ese día nunca más lo volvió a ver, no sabe qué será de él pero se sigue sentando en el mismo banco, a la misma hora y durante cinco minutos se dedica a mirar el horizonte y a no olvidar esa mirada melancólica y de soledad que aún sigue presente pese a su ausencia.

lunes, 9 de marzo de 2009

Primer Post

Primer post... nunca me gustaron mucho las presentaciones ni las despedidas, creo que lo mejor es que las cosas fluyan.
Hace tiempo vengo escribiendo cosas para mí pero siempre creí que al escribir uno puede dejar “algo” de si para otros. Y ese “algo” tiene que ver con uno, con lo que uno es y desea. Escribo cuando estoy bien, mal, feliz, triste, susceptible o simplemente estoy.
A veces siento que a partir del arte uno puede abrir ventanas y respirar un poco de aire fresco que le de luz al alma. Una brisa que nos transforma, nos da vida y nos permite encontrarnos con nuestra esencia, con lo genuino que tenemos y que podemos dar. Con aquello que creemos no tener, no vemos o tratamos de ocultar.
No sé si lo que yo escriba resultará interesante para ustedes. Tampoco sé qué es lo que me lleva a escribir en este espacio pero no siempre hay que encontrarle una razón a todo.
Quizás, no publique GRANDES artículos pero de vez en cuando basta una frase para detener a nuestra rutina cotidiana... para poder bucear en nuestro pasado, presente o futuro. A mí me suele pasar seguido y eso es justamente lo que quiero compartir.
Este blog tendrá parte de mí, de mi locura, de mi mundo, mucho de cine, teatro, fotografía y de historias ficticias porque sería muy aburrido escribir solamente de uno y nos limitaríamos peligrosamente a nosotros mismos.
En fin... acá arranco… en realidad, acá arrancamos si es que me acompañan. Doy mi primer paso en este camino blogósfero. Ya veremos qué sale de esto. Como digo siempre, lo mejor es dejarse sorprender y no perder nunca la capacidad de asombro...