domingo, 26 de diciembre de 2010

Esperamos argumentos. Razones. Explicaciones. Cambios.
Esperamos que florezcan las margaritas en primavera y que caigan las hojas en otoño.
Esperamos lo pasajero. Lo cotidiano. Lo efímero.
Esperamos cartas. Figuritas difíciles. Compañías. Palabras. Silencios. Perdones.
Esperamos gracias. Buenos días. Besos. Mimos y abrazos.
Esperamos respuestas. Verdades. Mentiras.
Esperamos el futuro. El olvido. El regreso.
Esperamos desamores. Amores y quereres.
Esperamos lo bueno y hasta lo malo.
Esperamos enamorarnos. Que muera la incertidumbre y que salga el sol.
Esperamos el bondi. El tren. El subte.
Esperamos un mail. Un mensaje de texto. Una llamada.
Esperamos que cambie el semáforo. Que llueva.
Esperamos los viernes. Los minutos. Las horas.
Esperamos un milagro. Lo inesperado. Lo que nos sorprenda.
Esperamos a él. A ella. A alguien. A nadie.
Esperamos creer. Acertar. Ganar.
Esperamos sanar. Crecer. Madurar. Entender.
Esperamos que llegue. Que se vaya. Que vuelva y que no termine.
Esperamos algo que nos saque de la espera.
Y hasta a veces ser felices.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Vaya uno a saber por qué uno escribe o deja de escribir. Hace meses que a esta criatura no le salen las palabras, no sé si será algo que perdió o algo que ganó... es extraño. Pareciera como si la vida se negara a darle musas o como si esas musas se negasen a quedar en un papel. Eso le pasa. Sus musas están pero no quieren quedarse quietas, ni estáticas prefieren el vuelvo pasajero, efímero.
El otro día leía a Marguerite Duras y ella decía que un escritor es algo extraño. Es una contradicción y también un sinsentido. Escribir también es no hablar. Es callarse. Es aullar sin ruido. Si bien lejos está de mí considerarme “escritora”, creo que últimamente me identifico con esa sensación de no hablar, de callarme, de aullar sin ruido… En fin... pese a no escribir, esta criatura no quiere cerrar su espacio, al menos no por ahora… quizás sea verdad y “la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida”. Ojalá así sea…

viernes, 26 de noviembre de 2010

viernes, 29 de octubre de 2010

"Según me dijeron en la costa colombiana, un hombre viejo, pobre, pescador negro pudo subir al alto cielo y desde el alto cielo vio la tierra.
A la vuelta contó y dijo que los humanitos somos un mar de fuegos, hay fuegos grandes, fuegos chicos y fuegos de todos los colores.
Ningún fuego es igual a otro fuego. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros fuegos arden la vida con tantas ganas que no se pueden mirar sin parpadear y quien se acerca se enciende.
Néstor Kirchner fue uno de esos fuegos y será difícil apagarlo"
(Eduardo Galeano)

martes, 29 de junio de 2010

El otro día Tato Pavlovsky decía que uno tiene que quedarse con lo cotidiano de la vida, con las pequeñas cosas y creo que no estaba equivocado…
La vida es misteriosa e impredecible pero al mismo tiempo atractiva para aquellos que se atreven a vivirla, a vivirla de verdad. A mí me cuesta separarla de los otros, de ustedes, de los que me rodean. Me cuesta separarla de las elecciones y del destino. De lo que amo y de lo que me ilusiona.
Me cuesta abstraerla de los sueños. De lo que no está. De lo que me duele, de esas ausencias que pesan o de las compañías que se fueron.
Quién sabe por qué la vida aloja por igual a las lágrimas y a las sonrisas. A las tristezas y a esas efímeras felicidades. Quién sabe… últimamente me cuesta separar a la vida de lo que deseo. De aquello que espero o al menos creo esperar. Y ahí estoy como una pequeña criatura luchando, buscando, soñando y preguntándome sobre cuándo (s), cómo (s) y por qué (s)…
Nadie me dijo que sea fácil y estoy segura que tampoco me gustaría que lo sea… en fin de alguna manera creo que algunas veces también me siento como una niña asustada, perdida en la oscuridad que simplemente busca un poco de luz…

lunes, 28 de junio de 2010

Como no hay inspiración cito...

"No tengo nada, ni una sola cosa en el mundo. Ninguno de nosotros tiene nada. Somos un montón de niños asustados, perdidos en la oscuridad, y que nos alegramos cuando llega la luz." Charles Chaplin.

viernes, 18 de junio de 2010

Lo bello es algo ardiente y triste, una cosa un poco vaga que abre paso a la conjetura. Lo bello es siempre raro. Yo no quiero decir que es voluntariamente, fríamente raro, pues en ese caso sería un monstruo salido de los rieles de la vida. Quiero decir que contiene siempre un poco de rareza, de rareza ingenua, no querida, inconsciente, y que es esta rareza lo que lo hace particularmente bello.

Charles Baudelaire

martes, 15 de junio de 2010

Maravilloso mundo


Ahí estaba él... con sus ojos rosados y su reloj de bolsillo:
-"¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Qué tarde voy a llegar!"... Y así estamos nosotros, siguiendo al conejo blanco. Llenos de curiosidad. De sueños. Ilusiones. Esperanzas. Siguiendo a algo o a alguien ciegamente. Abiertos a la aventura y al descubrimiento. A los riesgos y a las consecuencias de ese país. De ese maravilloso país.
Yo era... yo soy... soy otra... A veces somos como “Alicia”, caemos en un pozo interminable, en una isla sin salida o nos sumergimos en un océano de lágrimas.
Descubrimos personajes con los que hablamos pero no nos comunicamos sino que monologamos indefinidamente todo el tiempo.
En un cuarto sin salida comemos y bebemos, nos estiramos y nos encogemos. Naufragamos en nuestras lágrimas tomando diferentes brebajes y desgustando extraños pastelillos.
A veces somos como el sombrerero loco y ni nosotros somos capaces de entender lo que hacemos. Es ese desequilibrio extraño que a menudo nos hace compañía. ¿Acaso está tan mal festejar el no cumpleaños?.
Casi sin darnos cuenta hasta nos podemos convertir en el Gato de Cheshire y ser capaces de aparecer y desaparecer a voluntad. O tal vez, elegimos rodearnos de gente como él, gente que nos entretiene mediante conversaciones paradójicas. Personas que a menudo nos animan a seguir y que se materializan muy de vez en cuando justamente porque tienen la capacidad de aparecer y desaparecer todo el tiempo.
Y en este mundo también están las reinas de corazones. Esas personas de muy mal genio, llenas de furia ciega, de envidia y falsedades. A esas mejor perderlas que encontrarlas. Son aquellas que nos quieren sentenciar a la decapitación pero que por suerte son pocas y rara vez pueden decapitarnos.
Así estamos en este maravilloso mundo en el que es lindo abrir esa pequeña puerta para continuar explorando lugares nuevos, rincones desconocidos o quizás para llegar a un atractivo jardín... y ojo, nadie dice que atravesarlo sea fácil, puede que la llave que abra esa puerta esté sobre una mesa que no podemos alcanzar pero qué sería de nosotros sin esos desafíos...
La vida esa así... tal vez en nuestro país también la pimienta, el vinagre y la manzanilla tengan un efecto negativo en el carácter de la gente y sea preferible consumir azúcares y golosinas para tener buen carácter...
Yo era... yo soy... soy otra... A veces somos como la pequeña Alicia y lloramos hasta inundar la habitación. Nos quedamos dentro de un charco de lágrimas llorando a diez centímetros de profundidad hasta que alguien o algo nos saca a flote... a veces es sólo cuestión de nadar un poco o de aferrarse a algo hasta que baje el agua. Todo pasa y después mojados, débiles y tristes corremos para secarnos. Dispuestos a recuperar la alegría emprendemos la marcha. Dejamos atrás ese mar de lágrimas y pisamos tierra firme.

En fin... Otra taza de té, por favor.

sábado, 22 de mayo de 2010

A ver esa sonrisa...

Finalmente, después de mucho tiempo, decidió guardar la nariz de payaso en el cajón. Sintió que ya no la necesitaba para sonreír. La puso en uno de los cajones del armario donde guarda todas las cosas que quiere conservar. Uno nunca sabe, pensó y la escondió debajo de unas medias viejas y una caja llena de cartas.Casi sin darse cuenta, recuperó su sonrisa. Entendió que uno puede pasar por la vida sin hacer muchas cosas pero no sin sonreír.De repente, sintió que no las dibujaba, que eran sonrisas verdaderas que salían del alma. Que brillaban en un parpadeo. Que dejaban luz al alrededor. Esas que brotan en pleno invierno pese a las bajas temperaturas, esas que en primavera salen a ventilarse por todas las plazas. Esas sonrisas de cucharitas cuando hace frío y cae la lluvia por la ventana. Esas sonrisas de domingo o de lunes por la mañana. Esas sonrisas de espera o de miradas dulces que esconde el amanecer....
Quién sabe por qué, pero ella hace unos cuantos días guardó la nariz de payaso. La escondió esperando no tener que volver a usarla pero por si acaso la guardó en el cajón de las cosas que quiere conservar. Uno nunca sabe, vió...

sábado, 15 de mayo de 2010

Y yo te diría, no sé,
que las cosas van a marchar bien,
te mostraría el futuro,
la borra del café, con ángeles y estrellas,
noches, milongas
e historias, ¿recuerdas?, que hablan de
viejos amantes que crecen,
que dudan y esperan
su turno mientras anochece
y el mundo se enferma...

martes, 6 de abril de 2010

Quiero...

Quiero opciones varias,
sentimientos claros,
esperanzas y sueños.
Quiero posibilidades,
certezas y sí en plural.
Quiero exactitud,
concreción y deseos.
Quiero peripecias emergentes,
hechos que florezcan favorablemente de la noche a la mañana.
Quiero providencia,
amaneceres,
una vuelta de página
y un duradero y renovado te quiero….

miércoles, 24 de marzo de 2010

jueves, 11 de marzo de 2010

Comienzos...




PD: Debería escribir...