miércoles, 27 de mayo de 2009

Dolor... el último sentimiento vivo.

La noche era cruel, no por los gritos, ya estaba acostumbrada. Tampoco por los llantos, era moneda corriente en mi hogar. El problema era yo. Había perdido la capacidad de sentir. Me había vuelto impermeable a las pasiones del alma.
Casi sin darme cuenta, olvidé esa capacidad de entender aquella cosa que los humanos llaman sentimientos.
No sabía lo que era el amor. La felicidad. La tristeza. El odio.
Había perdido la capacidad de sentir placer por todo.
Era una persona no emotiva. No emocional.
Deambulaba por la noche amorfa y sin sentido.
Habitaba en la nada.
Me sentía la nada. Y yo la sentía a ella.
Era como si mi alma se hubiera muerto y ni siquiera podía llorarla.
En esa pérdida del sentir también había perdido mis recuerdos.
No podía imaginar siquiera quién era.
Revolví todos los cajones tratando de encontrar algo que me permitiera comenzar de nuevo.
Descubrí que en esa pérdida me había perdido a mí.
Me di cuenta que de a poco se me murió el afecto, la aflicción, la fe, la ira. Que ya no existía la satisfacción.
Me pregunté qué iba hacer sin mi confianza, sin mi esperanza, mi orgullo, mi felicidad… qué iba a ser de mí, sin mí.
Traté de imaginarme sin el miedo y la cobardía de todos estos años.
Esa noche me di cuenta que mis gritos y mis lágrimas de a poco habían devorado mi ser.
Esa noche me di cuenta que los sentimientos son la pasión del alma y que un ser humano sin sentimientos no existe.
Esa noche, el último sentimiento que decidí matar fue mi propio dolor.
La noche era cruel, no por los gritos, ya estaba acostumbrada. Tampoco por los llantos, era moneda corriente en mi hogar. El problema era yo… Esa noche me di cuenta que poco a poco me dejé morir.

22 comentarios:

Debo dijo...

Tema libre.
Debo reconocer que lo primero q se le vendría a la mente a la mayoría, sería la idea de un padre alcoholico golpeador, que luego de desaparecer unos dias del hogar acostumbra a la pequeña a escuchar todas las noches los gritos de la violencia, que luego pruduce el llanto de la mujer desesperada. Pero como eso se le ocurriría a la mayoría, a ti se te ha ocurrido algo mucho mas bonito a los ojos del lector. Lease bonito por la apreciación del texto, y no el contenido en si.
Hermoso, como todo lo que escribis.
Besos.
te amo.

Paula Daiana dijo...

Hermanita: Vos escribis más que bonito y deberías empezar a hacerlo...
Fuiste la primera en leer esta pequeña tarea noctura. Te amo mucho y lo sabes! (Mañana día dos, llegaremos a la semana?)

PD:
Galán: Cumplí con la consigna nocturna... acá le dejo publicado lo que salió sin pensar frente a la pc...

Anónimo dijo...

Muchas historias como la que escribiste, se repiten día a día. Y nadie tiene porque soportar semejante violencia... Sigue escribiendo así frente a la pc que te sale muy bien. Abrazos desde el corazón!!!

Anónimo dijo...

EXCELENTE!!!

viste que podías?
viste que salía solo?

te quedó hermoso paulita

ya voy pensando el próximo encargo...

¿una torta, quizás?

jaja

besos :)

Agua dijo...

Que texto tan duro como hermosa tu forma de describirlo...no deberíamos permitir que nadie dejara de sentir. Un beso!

Cynthia dijo...

Gracias por tus palabras en mi blog...
cariños.

muakkkkkkkkkkkkkkkkkk

ceci dijo...

Pau que historia te mandaste, casi que ni puedo imaginar no sentir.
No me dejás de sorprender. te felicito!
Besotess

JP dijo...

Duras palabras para duros momentos.
Sigue escribiendo.
Besos.

Mar dijo...

¿Como será dejar de sentir?

parece como estar muertos.

Pupila dijo...

Siempre es bueno dejarse morir para renacer.
Gracias por tu visita Pau.
26 años, qué edad rara, ¿no?
Nos vemos.
Besos.

Unknown dijo...

Muy bueno.

Saludos.

Martín Gardella dijo...

Que se mueran los sentimientos es como sufrir una primera muerte. No se que es peor. Me encantó. Un beso

Cloe dijo...

Es muy dura la resignación.

Abrazo

Gabiprog dijo...

Ojala que esos muros tan faciles de construir no llegases a ser nunca altos, tan altos.

Un abrazo!

Diego dijo...

Si leés a Blanchot, te vas a angustiar hasta la médula.

“Anne abría en aquel momento los ojos. No había en efecto ninguna esperanza. Aquél momento de suprema distracción (…) Abría los ojos sin la menor curiosidad, con la lasitud de quien sabe perfectamente de antemano lo que va a ofrecérsele a la vista (…). Como todo moribundo se iba observando los ritos, perdonando a sus enemigos, amando a sus amigos, sin confesar, secreto que nadie confiesa, que todo aquello era ya insignificante. Ella ya o tenía importancia. Les miraba con una mirada cada vez más modesta, con una mirada sencilla que para ellos, humanos, era una mirada vacía. (…) Su rostro, sus hombros, debían hacerse invisibles, como conviene a algo que se desvanece. Su madre gemía: “¿Anne, me reconoces?” (…) Anne oía aquella voz: todo es inútil, su madre no era más que un ser insignificante.” Thomas el oscuro, Maurice Blanchot.

Lo cité un par de veces en este posteo:

http://instantesde.blogspot.com/2009/01/lo-que-se-es-acercamiento-la-pura.html

Beso.

Aida dijo...

El tema que escribiste es demasiado triste .Pensar que debe ser muy comun pero no deja de ser asi

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Esa noche me di cuenta que los sentimientos son la pasión del alma "


Entre otas cosas porque sin ellos no se puede vivir....

saludos

Momenti dijo...

_no sentir es no ser, es dejarse morir, como dijiste, tan ciertas tus palabras que no hace falta acotar mucho, yo creo que deberíamos comenzar a creer en las resurrecciones, porque realmente existen .

GoodOldLeon dijo...

Dejar de sentir o casi como tener miedo, los dos son dejarse morir de a poco, en menor o mayor escala.
Tu relato fluyer de principio a fin, me gustó muchisimo. Hacés la transferencia de significado, que es lo primordial para el que lee. Realmente genial. Voy a tener que venir seguido.

Si querés, te podés dar una vuelta por mi mundo (cuando quieras).

Un abrazo

Diego dijo...

Ser un fantasma , quizas deba ser mas o menos asi

Besugoooo lectora de titulares

:)

juan Ignacio dijo...

Aprendo de los golpes y de las caricias. Sufrí, para saber lo que era y sufrí otra vez pero más preparado me encontró la soledad. Reí de felicidad para valorar las lagrimas antes derramadas..."Las nubes negras son la premisa del sol"

Anónimo dijo...

Y, sí. A veces tanto dolor adormece...
Y tal parece que la muerte prefiere a los dormindos. Será porque piensa que deciden sin consultarla?

Claudio